Denuncias de violencia doméstica interpuestas por personas de distintos niveles sociales del distrito de San Miguelito, en donde la parte acusada es una familiar dependiente del consumo de drogas y alcohol, y que en muchas ocasiones han abandonado sus hogares y viven en la calle, son presentadas en la Fiscalía Regional de San Miguelito, explicó el fiscal Raymundo Troestch.
Los agresores, con el propósito de obtener dinero para su consumo, suelen ingresar en los hogares en busca de bienes materiales para venderlos, afectando el patrimonio económico familiar e incluso, se han presentado situaciones que bajo los efectos de alucinógenos causados por el alcohol o droga proceden a dañar las cosas y agredir a sus familiares.
Por consecuente, la Sección de Familia de la Fiscalía Regional de San Miguelito, ha emitido medidas de protección a la familia, tarea que se dificulta en aquellos casos en que el agresor es familiar, pero no se sabe donde localizarlo porque viven en la calle o en indigencia.
Explicó el fiscal Troestch que entre las medidas que se adoptan está la comprobación del estado mental, tal cual lo prevé el Código Procesal Penal y el Código Penal para determinar si sigue el proceso y que no sea una persona inimputable, de lo cual dependerá el curso que se le dé a la investigación.
La ley permite como medida de protección que reciban tratamiento psicológico y ante medidas muy graves se solicita al Hospital de Salud Mental, que el tratamiento sea en confinamiento. Estos tratamientos deben ser voluntarios.
“En algunos de estos casos como la violencia se da entre familiares, la propia víctima y sus familiares solicitan que no se siga el proceso; el apoyo de la familia en estos procesos es casi totalitario. Es un delito emocional con ánimo caldeado, agotamiento de la paciencia, tolerancia por parte de la víctima, temor de su seguridad física, luego entran en razón meditan que han denunciado a un pariente que es alguien a quien quieren”, indicó el fiscal de familia.
Este problema es lo que convierte a la violencia con características cíclicas, vuelven a reincidir, explicó el fiscal de familia Óscar Araúz, quien añadió que en los casos de violencia doméstica puede haber condena hasta de 8 años de prisión, por lo cual casi siempre termina en suspensión del proceso.
I. Del Vecchio.