La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia fijó la pena de 18 años de prisión para Omar Roberto Reid Araos, alias “Roni” y Martín Rubides, alias “Cora”, como autores del delito de homicidio doloso simple en perjuicio de Elías Cervantes Castro Cedeño (q.e.p.d) hecho ocurrido en horas de la noche del 19 de junio de 2010, en el sector 5 de Cerro Batea.
La decisión revoca la sentencia de Primera Instancia No. 15 del 29 de agosto de 2013, mediante el cual, el Segundo Tribunal Superior de Justicia del Primer Distrito Judicial, Sala Transitoria, condenó a la pena de 30 años de prisión y 10 años de inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas para los procesados, al haber sido declarados culpables por un jurado de conciencia como autores del delito de homicidio de Elías Cervantes Castro Cedeño (q.e.p.d).
Entre los antecedes contenidos en la sentencia, está la declaración del testigo protegido, quien narró que se encontraba caminando por una vereda en Cerro Batea, rumbo al súper Mister Precio, cuando escuchó cuatro disparos proveniente de la vía principal, vio a una persona que venía corriendo agarrándose el estómago que pasó frente a él, por lo que se escondió a lado de una casa.
Agregó el testigo, que el muchacho herido era perseguido por los conocidos como Roni y Cora, que llevaban pistola en mano y que al doblar por una vereda le dispararon y posteriormente salieron en huída hacia la vía principal.
En la sentencia también se destacó el testimonio por parte de la madre de la víctima en cuyo relato detalla que el día de los hechos se encontraba en su residencia, ubicada en el sector 5 de Cerro Batea, corregimiento de Belisario Porras, cuando recibió una llamada telefónica de su vecina que le informó que su hijo lo habían herido con arma de juego y se encontraba en la vereda detrás de su casa.
De igual forma la declaración del hermano de la víctima, que declaró que conversó con su hermano, quien le contó que sostuvo una discusión con sus agresores, quienes le dispararon, por lo que su hermano huyó del lugar, siendo perseguido por sus agresores hasta que se desplomó.
La víctima contaba con 38 años de edad, era el sostén de su hogar, dejando en orfandad a 4 niños menores de edad. El imputado tenía una amplia condición de superioridad y ventaja sobre la víctima, ya que los agresores lo atacaron por la espalda con arma de fuego.
I. Del Vecchio.