El mundo enfrenta gran cantidad de desafíos, de los cuales nuestro país y sus instituciones no escapan, ya que son agentes promotores y articuladores del cambio hacia una sociedad más justa.
Este 10 de diciembre se conmemora el Día de los Derechos Humanos, por lo que hacemos un alto para reflexionar sobre uno de ellos, como lo es el acceso a la justicia, mismo que se enmarca en una serie de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado, siendo ellos el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
Como tal, en nuestro Sistema de justicia Penal, debe existir esa igualdad para toda la familia humana, y el logro de este propósito ofrece dignidad a todos los intervinientes del proceso; permitiendo de este modo el fortalecimiento del tejido social.
Aunque hay quienes con cinismo expresan que es una utopía; no obstante, el optimismo prevalece, ya que día a día vemos como se levantan hombres y mujeres que ven en la justicia un camino a seguir y una meta para alcanzar y preservar la paz que tanto anhelamos.
Dentro del Ministerio Público, sin descanso se camina por ese sendero, al perseguir el delito, ofreciéndoles la seguridad a sus usuarios que, bajo estrictos criterios legales, se resolverán los hechos delictivos en el menor tiempo posible, existiendo siempre igualdad para todas las partes.
Esta entidad refrenda cada vez más su deber de velar por el respeto de los derechos humanos, y por tal razón, se creó la Secretaría de Derechos Humanos, Acceso a la Justicia y Género, adscrita al Despacho Superior de la Procuraduría General de la Nación, bajo la coordinación de la Secretaría General de la Procuraduría General de la Nación.
Todo ello forma parte de la visión del Ministerio Público como promotores de una cultura laboral, que desarrolle los valores de protección de los derechos humanos, acceso ciudadano a la justicia y equidad de género desde el funcionamiento interno de la institución.
Finalmente en este día reiteramos nuestro compromiso, de respeto a los Derechos Humanos y ese acceso a la justicia tangible que merece nuestra ciudadanía, haciendo honor a la Declaración Universal de Derechos Humanos, como un instrumento común de pueblos y naciones para la defensa de la equidad, la justicia y la dignidad humana.
Muchas gracias.
