Como un santuario denominamos a la Madre Tierra, se fecunda la vida de diversas especies de mamíferos, anfibios, reptiles, peces, aves, como su diversa flora.
El ser humano en su libre albedrío es el encargado de proteger y administrar toda la creación, y para recordarnos la importancia de preservar sus bienes- muchos de ellos no renovables- cada 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Tierra.
En esta ocasión queremos reflexionar sobre los males que la afectan entre ellos la reducción de la capa de ozono, la basura, el tráfico de especies, la deforestación; así como la contaminación atmosférica, sónica, de los suelos y el agua, así tener un lugar más limpio en el cual habitar y un ecosistema sostenible, con la responsabilidad colectiva que incluye a la sociedad pero también a sus autoridades
El crecimiento poblacional demanda más espacios; no obstante, hay que buscar el justo equilibrio, para que la actividad humana no siga alterando la armonía de la naturaleza, puesto que cada año dejan de existir a nivel mundial un importante número de especies tanto de flora como de fauna.
El Ministerio Público consciente de este compromiso, realiza ingentes esfuerzos para cuidar nuestra casa común, recordando que nuestro planeta y su ecosistema nos dan la vida y el sustento, por ello persigue los diferentes delitos que la atacan a través de la Sección de Investigación y Seguimiento de Causas – Unidad de Ambiente; pero también en lugares donde la depredación de especies en peligro de extinción como lo más sagrado del país, nuestra selva darienita, también se encuentra en peligro constante.
Desde Darién, con su senda selva, pasando por el Montuoso en Azuero, hasta llegar a zonas recónditas de Bocas del Toro y Chiriquí, así como en la cuenca canalera, se vigila, investiga, se aprehende y se le aplica el peso de la justicia a quienes quieren quebrantar las leyes que protegen el medioambiente.
La responsabilidad ambiental nos exige resguardar al ambiente de los actos que son productos del hombre, y los cuales tienen un efecto negativo, por lo que se debe resarcir y no solo pagar la pena, por el daño causado, tal como fue el caso registrado recientemente y publicitado a través de los medios de comunicación en el que ordenó reforestar y la prohibición de entrada al Parque Soberanía a cuatro ciudadanos por talar y querer trasegar maderas de árbol “Cocobolo”. Esta es solamente una de las causas y que con la convicción de la certeza de la protección de la naturaleza se encuentran los fiscales del Ministerio Público. Los imputados además deberán realizar trabajo voluntario no retribuido a favor del Estado, el cual será ejecutado dentro del Ministerio de Ambiente.
Junto a este ejemplo podemos destacar los datos suministrados por la Unidad de Estadística del Ministerio Público que nos indican durante 2017, ingresaron 314 casos por Delitos contra el Ambiente, lo que demuestra la confianza que hay en la institución para buscar siempre la certeza del castigo e identificar a quienes no consideran la protección del ecosistema.
El momento es oportuno para invitar a la todos los panameños, panameñas y personas de otras nacionalidades que han adoptado nuestro país como suyo , que cuidemos nuestra casa, Panamá al preservar nuestros bienes naturales, que son nuestro principal recurso y tesoro, que se ha convertido también en un pulmón y corazón de la humanidad gracias a su biodiversidad.
Kenia I. Porcell D.
Procuradora General de la Nación