El Juzgado Segundo de Circuito, Ramo Penal, del Tercer Circuito Judicial de Panamá, sentenció a tres personas a 75 meses de prisión al ser encontrados responsables del delito de extorsión, en perjuicio de una dama.
También se les inhabilitó para ejercer cargos públicos por el mismo término establecido en la condena.
La Sentencia No. 50 de 21 de agosto de 2017 fue dictada contra Raúl Alberto Cáceres, José Octavio Muñoz y Jonathan Isaac Decoteau Moreno, por el Juez Segundo de Circuito de lo Penal del Tercer Circuito Judicial de Panamá, Alberto Rodríguez L.
Los acusados se encontraban en detención preventiva desde el 12 de mayo de 2015, tiempo que se tomará en cuenta por parte de las autoridades judiciales, como parte de la pena cumplida.
Los hechos se dieron cuando la joven afectada fue contactada a través de mensajes de Facebook Messenger de su teléfono celular, el 2 de mayo de 2015, cuando comenzó a recibir mensajes de un sujeto que dijo llamarse Isaac Moreno, el cual le mencionó que su número celular fue proporcionado por su primo “Decoto” (compañero de escuela secundaria). La denunciante indicó que el sujeto que le enviaba mensajes de texto se llama Jonathan, quien estaba detenido en la cárcel de La Chorrera.
Decoto le indicó a la víctima que pertenecía a la pandilla Bagdad, que era el jefe, comenzó a intimidarla, le envió imágenes de armas y de personas que él supuestamente había matado por haberle traicionado.
A través de mensajes de texto Decoto le solicitó a la mujer la suma de 5 mil dólares, divididos en tres entregas: 1.500 ; 400 y 3.000. En la primera entrega la joven a quien iban a esperar en una panadería, hizo efectiva la entrega de 1,450 dólares, luego hizo la entrega por segunda vez de una maleta con dinero a una segunda persona y en la tercera ocasión entregó un total de 3 mil dólares, a una persona entre 29 y 32 años aproximadamente.
Durante la extracción de datos e inspección posterior se determinaron que los celulares aprehendidos, fueron utilizados para efectuarse llamadas entrantes y salientes de las líneas telefónicas entre los procesados. Estas personas detenidas mantenían comunicación con dos custodios del centro penitenciario de La Chorrera así como la víctima determinó el informe de investigación.
F. Rodríguez.
