En el Ministerio Público somos 2,564 mujeres, es decir el 65% de la fuerza laboral que persigue el delito en Panamá y de ella, 1,687 somos madres.
En esta oportunidad, de manera especial deseo dirigirme a cada una de las mujeres y en especial a las mamás de esta Institución. El trabajo diario que cada una realiza como asistentes operativas, trabajadoras manuales, administrativas, fiscales asistentes, personeras, fiscales adjuntas, fiscales de circuito, psicólogas, periodistas, comunicadoras sociales, inspectoras de seguridad, ingenieras, arquitectas, conductoras, citadoras, mensajeras, recepcionistas, analistas de recursos humanos, contadoras, economistas, programadoras y fiscales superiores, es invaluable.
He vivido con cada una de ustedes las alegrías, tristezas, sinsabores, angustias, satisfacciones, retos del trabajo diario y esto me permite comprender todo el sacrificio personal y familiar que hacen para cumplir las tareas de persecución del delito.
Ya tienen la semilla de la valentía y se esfuerzan por obtener los resultados que las víctimas reclaman y merecen. Ese compromiso se traduce en el granito de arena que ponemos para lograr un mejor país; entendiendo, que si otros no lo ponen es infructuoso, pero tenemos la satisfacción de haberlo puesto y de que en el Ministerio Público se pone día a día.
